No siempre tenemos oportunidad de referirnos a intervenciones en prensa
o televisión de modo complacido.
Por esto, y aunque con algún retraso --por imprevistos informáticos--, no
queremos dejar pasar los comentarios que Jorge
Verstrynge ha hecho, a requerimiento de tv6, sobre el supuesto intento de
Golpe de Estado (militar) en Turquía.
En resumen, indicó el riesgo de cruda deriva autoritaria ¡islamista! (véase lo rotulado en la
tv, cuyas imágenes adjuntamos) de Endorgan --personaje que, al igual que a
Pablo Iglesias le pasa, no nos cae bien--, y la previsión de
nuevos golpes militares… ¡laicos!, conforme
ya hizo Jorge en vez pasada en esa misma tv, ¡y acertó!. Sin siquiera poderse excluir ahora un encubierto ‘autogolpe’, como pretexto para ‘purgar’
a disidentes.
Enfoque sensato y fundado, y que va cundiendo
en la opinión
internacional. Y mérito que hay que reconocérselo a Verstrynge.
Con él he vivido la política
desde los años 70: cada uno por su lado; pero ambos con diligente preocupación
por el progreso de todas las personas en comunidad. En mutuo y cordial respeto.
Especial ocasión de compartir desvelos tuvimos después del 23-F de 1981, cuando, tras concurrir a
las Elecciones de 1979 para el Senado en Madrid formando parte de la que se
llamó Coalición Democrática (comicios
en los que recaudé --todo hay que decirlo-- 205.907 votos, en tanto que fueron 198.345
los cosechados por los treinta y dos candidatos
de esa misma Coalición al Congreso en Madrid), nos incorporamos urgentemente a
la Federación de Partidos de Alianza
Popular, al tiempo de, por ejemplo, la formación Socialdemócrata del catedrático de Economía Prof. José Ramón Lasuén (y de otras), con el propósito inmediato de
‘serenar’ la política española y
ahormarla en términos de diálogo y
razonamientos, en vez de disputas más propias de parvulario.
Fue la etapa en la que Jorge era Secretario Nacional (General) de esa ‘FAP’
mientras nosotros bregábamos con la Vicesecretaria
Nacional para el Medio Ambiente, y como miembros del Consejo Político, Junta Directiva y Comité Ejecutivo --todos ellos Nacionales-- de dicha ‘FAP’. No siempre
estuvimos de acuerdo en los ‘cómos’,
pero sí en los ‘qués’: en lograr el progreso de todas las personas mediante una
convivencia inteligente (y, por
tanto, en justicia y eficiencia
sociales).
Y recuerdo una vez que, en una reunión de Junta Directiva, a Fernando
Suárez González (el Procurador en Cortes
que defendió como Ponente la Ley para la Reforma Política que había sido --aunque
él no lo supo-- casualmente sugerida con
todo detalle por nosotros; aunque, claro está, de acuerdo con nuestro ministro,
Fernando Abril Martorell, y los buenos oficios --cerca de Adolfo Suarez-- de la
siempre recordada Carmen Díez de Rivera) se le ocurrió espetarnos una impertinencia. Abandoné, entonces, la sala dando un trepidante portazo. Y Jorge tuvo el detalle de salir él también, tras
nosotros, a toda prisa para ‘disculparse’
en nombre de todos los reunidos.
Para remate de esta anécdota diremos que el Partido Demócrata Cristiano me llamó en seguida por teléfono para ofrecerme
puesto destacado en su formación; cosa que decliné cortésmente, conforme era nuestra
costumbre (pues que si hubiésemos ido aceptando todas las ‘ofertas’, habríamos acabado
siendo de todos los imaginables…).
Curiosamente, y si mal no recuerdo, ese mismo PDC obtuvo después, en la
últimas Elecciones a las que concurrió por su cuenta, la ‘enorme’
cifra de unos 3.000 votos entre todos sus candidatos al Congreso en Madrid. Y fue
entonces el PDC quien --con Miguel
Rodríguez y Herrero de Miñón al frente-- corrió a cobijarse bajo las alas
de la blanca paloma de Alianza
Popular…, mientras otros nos íbamos retirando discretamente por el foro…
Son apuntes, en fin, que nos vienen a la memoria en nebulosa nostalgia…,
al hilo de mostrar nuestra empatía
con lo oído anteanoche a Jorge.
Fernando Enebral Casares
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