Es bien sabido que nosotros no hemos sido partidarios DE CONVERTIR una sana competición
para pregonar los valores humanos
de la abnegación y sacrificios cotidianos orientados hacia una finalidad de noble superación propia en entrañable RESPETO Y FRATERNIDAD con
otros honestos competidores para
reconocimiento y premio público de los mejores,… convertirla, decimos, EN MERO
pretexto del miserable ‘negocio’ de COMERCIO con la vida y salud --incluso--
DE PERSONAS a quienes se entrena exclusivamente en ‘rivalizar’ (EN VEZ
DE ‘en complementarse’ en
la SOLIDARIDAD UNIVERSAL que nos es exigida por nuestra condición ontológica)… y --además--
para enriquecimiento de los ‘unos pocos’ que organizan y rigen el
cotarro ‘populista’ tan del corte de los viejos y sádicos Circos Romanos o de
los modernos ‘prostíbulos’ de ruin explotación de admirables estéticas…
Nos
remitimos a lo publicado aquí con ocasión de las pasadas Olimpiadas en Londres
2012:
Pero
en esta ocasión --y sabio es saber hacer distingos-- nos congratula
sobremanera apreciar los actuales Juegos Olímpicos
de Río de muy diversa manera: la
de poder --y deber-- ser, en vez
de un
vulgar montaje de negocio --‘tanto invierto’ cuanto ‘tanto ganaré’ con ello en el futuro--,
un sonoro aldabonazo de ¡justamente! lo
contrario a eso: la llamada de atención que no
todo es ‘ganar por ganar’ (¡en todo sentido, además!), sino de competir en querer ser los mejores en ¡abrazarnos todos, los unos con
los otros --¡todos pueblos, todas razas y religiones, todos países!-- para demostrarnos cabalmente que creemos y practicamos
esa ‘SOLIDARIDAD UNIVERSAL’ que más arriba
ya hemos citado!.
Y ¡en qué mejor
sitio y escenario que bajo los brazos abiertos del Corazón que nos llama a
esto, en una ciudad que ya fue sede de Jornadas Mundiales para promover la
Protección del Medio Ambiente, y donde tanto se evidencia que ¡es imprescindible la hermandad entre las
personas y de éstas con el planeta en que vivimos!!
Por
eso, nos han parecido unos magníficos pero austeros actos inaugurales, donde el protagonismo
lo han tenido las
personas apretadas en una piña de ilusión
y de esperanza sobre tantos riesgos, y la defensa y regeneración del medio ambiente planetario…
que es el mejor y mayor tesoro que se nos ha dado y tenemos que conservar y
devolver incluso perfeccionado…
¡Bien
por Brasil! ¡Bien en esta ocasión! ¡Sin despilfarros ni estúpidas ostentaciones
(de hasta ‘agentes secretos’ con ‘licencia
para matar’: ¡qué enorme disparate, tan contrario al espíritu olímpico!), sino lo justo y proporcionado para dar vitola al mensaje
propugnado!
Dr. Fernando Enebral Casares
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